En 2025, España ha reforzado su apuesta por convertirse en un país puntero en investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i). A través de una combinación de incentivos fiscales, subvenciones y programas europeos, el ecosistema empresarial encuentra múltiples formas de convertir la innovación en riqueza tangible.
¿Qué ventajas fiscales ofrece España?
- Deducciones fiscales por I+D: Las empresas pueden deducir entre 12% y 42% de los gastos directos en proyectos de investigación y desarrollo.
- Bonificaciones en la seguridad social: Descuentos en las cotizaciones para personal dedicado exclusivamente a I+D.
- Patent Box: Reducción de hasta el 60% en el impuesto sobre beneficios generados por licencias de propiedad intelectual (como patentes o software registrado).
- Compatibilidad con fondos europeos: Las deducciones fiscales se pueden sumar a ayudas del programa Horizon Europe, CDTI o los NextGenerationEU.
¿Quién se beneficia?
- Grandes corporaciones tecnológicas, como Telefónica o Indra, aprovechan estos beneficios para ampliar sus áreas de I+D.
- Pymes innovadoras pueden recuperar liquidez rápidamente a través de la monetización anticipada de las deducciones fiscales.
- Startups y spin-offs universitarias ven en estos incentivos una forma de despegar sin renunciar a su autonomía financiera.
Ámbitos en crecimiento
- Inteligencia Artificial y robótica.
- Biotecnología y salud personalizada.
- Tecnologías limpias y transición energética.
- Blockchain y ciberseguridad.
Impacto en la riqueza
La fiscalidad favorable está impulsando una economía basada en el conocimiento, atrayendo talento científico, inversores de riesgo y colaboraciones internacionales. Además, se está generando un aumento del valor intangible (patentes, algoritmos, software) dentro del tejido productivo.
España no solo está recompensando a quienes innovan, sino que está sembrando una base fiscal sólida para que esa innovación genere riqueza sostenible y exportable.